La ocasión en que tuve que pedir un préstamo personal
Cuando terminamos la relación con mi expareja reflexioné detenidamente sobre qué hacer con nuestra vivienda habitual - la cual habíamos adquirido entre los dos - hasta que me decidí por comprarle su parte y quedarme yo a vivir allí. Para ello, tuve que emplear casi todos mis ahorros líquidos. Debo hacer énfasis en "casi" puesto que no quise liquidar inversiones en pérdidas, como mi cartera de criptomonedas. Esto hizo que mis ahorros no me alcanzaran, por lo que tuve que pedir un préstamo personal para poder llevar a cabo la extinción de condominio.
Para poder quedarme con el piso en el que vivíamos, tenía que darle a mi ex 108.000 €. De estos 108.000, tenía en mano 60.000 € si liquidaba fondos de inversión y juntaba el dinero de varias cuentas remuneradas donde tenía repartido mi fondo de emergencia. Fuera se quedaban 14.000 € en cripto que valían en ese momento ~10.000 €.
En total tenía 70.000 € disponibles, de los que sólo quería usar 60.000. Por suerte, el banco que me iba a conceder la nueva hipoteca estaba de acuerdo en ampliarme la deuda hipotecaria en 50.000 € + gastos, con lo que ya llegaba a los 108.000 € que necesitaba. No obstante, aún había más gastos a tener en cuenta...
Como gastos adicionales, tenía que pagarle 2.000 € al broker hipotecario por conseguirme una hipoteca, 500 € por la tasación... y cerca de 8.000 € a mi ex por los muebles que me quedaría yo y por un aumento del precio de venta totalmente arbitrario que me comunicó cuando ya habíamos hablado y cerrado los números de la compraventa.
Acepté el aumento de precio que me propuso mi ex a pocos días de la visita al notario tras reflexionar un par de días sobre ello, entendiendo ella que este aumento de precio saldría de un préstamo personal que debía pedir para poder cerrar el trato, con sus consiguientes intereses. Traté de acordar con ella un pago periódico de esos 8.000 € adicionales a su cuenta mes a mes para ahorrarme los intereses, pero no aceptó mi propuesta.
Llegados a este punto, consideré liquidar mis inversiones en pérdidas pero seguía pensando que no valía la pena perder 4.000 € respecto al capital inicial invertido; podría recuperarlos más adelante con algo de suerte y algo más de tiempo en el mercado, así que la mejor opción, a mi forma de ver, era pedir dinero prestado, pagar algo de intereses por ello y devolvérselo en unos pocos meses a la entidad prestamista aprovechando dos pagas extra.
Hice mis cálculos y vi que necesitaba unos 9.000 € por encima de mis 60.000 € ahorrados. Fue entonces cuando, hablando sobre este tema con algunos amigos, y aun dudando sobre si comprarle su parte a mi ex era mi mejor opción, muchos amigos quisieron prestarme el dinero a razón de 2.000 / 3.000 € cada uno, pero me negué. No quería mezclar amigos y dinero. Lo mismo con mi família, así que preferí hacerlo a mi modo y busqué un banco.
Empecé mandando solicitudes de crédito a varios bancos, como BBVA y Bankinter, los cuales me denegaron la solicitud por, supongo, tener una hipoteca activa a mi nombre (y al de mi expareja). ING, que unos pocos meses atrás me ofrecía un préstamo preconcedido al 6%, me ofrecía ahora un préstamo personal al 10,50 % TAE.
Tras solicitar préstamos a algún que otro banco más, vi que Revolut me ofrecía un 8,5% a 2 años o un 9,5% a 8 años por un total de 10.000 €. Y es que como me había comentado alguien con más experiencia que yo en esto: "mejor pedir de más y no necesitarlo que no pedir de menos y que luego no te lo den cuando lo necesites".
Visto lo visto, me incliné por solicitar un préstamo personal en Revolut. Elegí el mayor plazo (8 años) para tener la cuota mensual más baja posible, a sabiendas de que eso me penalizaría un 1% en la TAE. Preferí hacerlo así para tener la menor obligación de pago mensual posible, por si necesitara efectivo para pagar alguna eventualidad.
Llegados a este punto, solicité mi primer préstamo personal de 10.000 € a un 9,5% TAE en Revolut, un monto que consideré suficiente para cubrir las últimas necesidades creadas por mi expareja. La solicitud fue en línea y tuve que conectar mis cuentas bancarias con Revolut para que me valorasen como cliente. La respuesta de Revolut tras añadir mis otras cuentas fue instantánea y la oferta que me hicieron estaría vigente durante 14 días.
Era importante no confirmar el préstamo hasta el día mismo de la firma ante notario, pues cabía la posibilidad de que la entidad que me concedía la hipoteca se pudiera echar atrás si veía que empezaba a pedir préstamos a pocos días de la firma. Cierto es que un préstamo tarda unos días en aparecer en la CIRBE, pero no quería correr riesgos innecesarios pidiéndolo demasiado rápido y perder la hipoteca por ello.
El día de la firma llegó y le di al botón de pedir préstamo. El dinero quedó depositado en mi cuenta bancaria e inmediatamente envié una transferencia SEPA instantánea hacia mi cuenta bancaria habitual (las transferencias instantáneas son gratuitas en Revolut). Con el dinero en mi cuenta, pude enviarle el dinero a mi ex tras la firma ante notario y, con esto, pude perderla finalmente de vista a ella y a sus cambios arbitrarios de condiciones.
La TAE de Revolut incluía todos los costos asociados, que en este caso eran 0 € más allá de los intereses del propio préstamo: ni comisión de apertura, ni comisión de cancelación, ni nada parecido. Además, el proceso de solicitud no requería una maraña de documentos; solo me pidieron vincular mis cuentas bancarias con Revolut.
Tras conectar todas mis cuentas de otros bancos - que en ese momento tenían 60.000 € en espera de pasar por notaría para transferírselos a mi ex - me aprobaron el préstamo inmediatamente. Recuerdo jugar con el plazo y la cantidad y conseguir un 7,5% como mínimo absoluto por 1.500 € a 1 año y un 9,5% por 30.000 € a 8 años.
Con el préstamo vigente, pude configurar en al app de Revolut el día de pago en el que se cobraría la cuota cada mes, y pude ir amortizando anticipadamente sin penalización hasta liquidarlo. Esta flexibilidad junto con la posibilidad de gestionar todo desde la app hicieron que el préstamo fuera más llevadero de lo que imaginaba.
No recomiendo a nadie usar préstamos personales. No obstante, se pueden dar momentos en la vida de uno en los que se necesite usar un préstamo personal para asegurar una buena inversión o, como fue mi caso, para no perder dinero malvendiendo un bien. Y es que el valor del piso había bajado desde que lo compramos, por lo que vendiéndolo habría perdido más dinero que los intereses que tuve que pagar por usar un préstamo (220 €).
Sea como sea, mi experiencia solicitando un préstamo personal con Revolut fue positiva. Fueron rápidos, transparentes y flexibles en la concesión, sobretodo en un momento crucial de mi vida. Por este motivo, y bajo mi experiencia, Revolut ha demostrado ser más que una plataforma de pagos internacionales, convirtiéndose en una excelente opción para momentos importantes. Solo espero no volver a necesitar un préstamo suyo nunca más.
P.D. en el momento de escribir estas líneas los precios de la vivienda de mi zona ya han subido por encima del valor que tenían cuando adquirí el piso junto a mi ex, de modo que esta fue la mejor jugada posible. Le compré a ella su parte del piso más barata de lo que le costó y ahora el piso ya vale más que lo que pagamos inicialmente.
Números
Para poder quedarme con el piso en el que vivíamos, tenía que darle a mi ex 108.000 €. De estos 108.000, tenía en mano 60.000 € si liquidaba fondos de inversión y juntaba el dinero de varias cuentas remuneradas donde tenía repartido mi fondo de emergencia. Fuera se quedaban 14.000 € en cripto que valían en ese momento ~10.000 €.
En total tenía 70.000 € disponibles, de los que sólo quería usar 60.000. Por suerte, el banco que me iba a conceder la nueva hipoteca estaba de acuerdo en ampliarme la deuda hipotecaria en 50.000 € + gastos, con lo que ya llegaba a los 108.000 € que necesitaba. No obstante, aún había más gastos a tener en cuenta...
Como gastos adicionales, tenía que pagarle 2.000 € al broker hipotecario por conseguirme una hipoteca, 500 € por la tasación... y cerca de 8.000 € a mi ex por los muebles que me quedaría yo y por un aumento del precio de venta totalmente arbitrario que me comunicó cuando ya habíamos hablado y cerrado los números de la compraventa.
Amigos, familiares y bancos
Acepté el aumento de precio que me propuso mi ex a pocos días de la visita al notario tras reflexionar un par de días sobre ello, entendiendo ella que este aumento de precio saldría de un préstamo personal que debía pedir para poder cerrar el trato, con sus consiguientes intereses. Traté de acordar con ella un pago periódico de esos 8.000 € adicionales a su cuenta mes a mes para ahorrarme los intereses, pero no aceptó mi propuesta.
Llegados a este punto, consideré liquidar mis inversiones en pérdidas pero seguía pensando que no valía la pena perder 4.000 € respecto al capital inicial invertido; podría recuperarlos más adelante con algo de suerte y algo más de tiempo en el mercado, así que la mejor opción, a mi forma de ver, era pedir dinero prestado, pagar algo de intereses por ello y devolvérselo en unos pocos meses a la entidad prestamista aprovechando dos pagas extra.
Hice mis cálculos y vi que necesitaba unos 9.000 € por encima de mis 60.000 € ahorrados. Fue entonces cuando, hablando sobre este tema con algunos amigos, y aun dudando sobre si comprarle su parte a mi ex era mi mejor opción, muchos amigos quisieron prestarme el dinero a razón de 2.000 / 3.000 € cada uno, pero me negué. No quería mezclar amigos y dinero. Lo mismo con mi família, así que preferí hacerlo a mi modo y busqué un banco.
Revolut
Empecé mandando solicitudes de crédito a varios bancos, como BBVA y Bankinter, los cuales me denegaron la solicitud por, supongo, tener una hipoteca activa a mi nombre (y al de mi expareja). ING, que unos pocos meses atrás me ofrecía un préstamo preconcedido al 6%, me ofrecía ahora un préstamo personal al 10,50 % TAE.
Tras solicitar préstamos a algún que otro banco más, vi que Revolut me ofrecía un 8,5% a 2 años o un 9,5% a 8 años por un total de 10.000 €. Y es que como me había comentado alguien con más experiencia que yo en esto: "mejor pedir de más y no necesitarlo que no pedir de menos y que luego no te lo den cuando lo necesites".
Visto lo visto, me incliné por solicitar un préstamo personal en Revolut. Elegí el mayor plazo (8 años) para tener la cuota mensual más baja posible, a sabiendas de que eso me penalizaría un 1% en la TAE. Preferí hacerlo así para tener la menor obligación de pago mensual posible, por si necesitara efectivo para pagar alguna eventualidad.
Mi primer préstamo personal
Llegados a este punto, solicité mi primer préstamo personal de 10.000 € a un 9,5% TAE en Revolut, un monto que consideré suficiente para cubrir las últimas necesidades creadas por mi expareja. La solicitud fue en línea y tuve que conectar mis cuentas bancarias con Revolut para que me valorasen como cliente. La respuesta de Revolut tras añadir mis otras cuentas fue instantánea y la oferta que me hicieron estaría vigente durante 14 días.
Era importante no confirmar el préstamo hasta el día mismo de la firma ante notario, pues cabía la posibilidad de que la entidad que me concedía la hipoteca se pudiera echar atrás si veía que empezaba a pedir préstamos a pocos días de la firma. Cierto es que un préstamo tarda unos días en aparecer en la CIRBE, pero no quería correr riesgos innecesarios pidiéndolo demasiado rápido y perder la hipoteca por ello.
El día de la firma llegó y le di al botón de pedir préstamo. El dinero quedó depositado en mi cuenta bancaria e inmediatamente envié una transferencia SEPA instantánea hacia mi cuenta bancaria habitual (las transferencias instantáneas son gratuitas en Revolut). Con el dinero en mi cuenta, pude enviarle el dinero a mi ex tras la firma ante notario y, con esto, pude perderla finalmente de vista a ella y a sus cambios arbitrarios de condiciones.
Condiciones del préstamo personal
La TAE de Revolut incluía todos los costos asociados, que en este caso eran 0 € más allá de los intereses del propio préstamo: ni comisión de apertura, ni comisión de cancelación, ni nada parecido. Además, el proceso de solicitud no requería una maraña de documentos; solo me pidieron vincular mis cuentas bancarias con Revolut.
Tras conectar todas mis cuentas de otros bancos - que en ese momento tenían 60.000 € en espera de pasar por notaría para transferírselos a mi ex - me aprobaron el préstamo inmediatamente. Recuerdo jugar con el plazo y la cantidad y conseguir un 7,5% como mínimo absoluto por 1.500 € a 1 año y un 9,5% por 30.000 € a 8 años.
Con el préstamo vigente, pude configurar en al app de Revolut el día de pago en el que se cobraría la cuota cada mes, y pude ir amortizando anticipadamente sin penalización hasta liquidarlo. Esta flexibilidad junto con la posibilidad de gestionar todo desde la app hicieron que el préstamo fuera más llevadero de lo que imaginaba.
Conclusión
No recomiendo a nadie usar préstamos personales. No obstante, se pueden dar momentos en la vida de uno en los que se necesite usar un préstamo personal para asegurar una buena inversión o, como fue mi caso, para no perder dinero malvendiendo un bien. Y es que el valor del piso había bajado desde que lo compramos, por lo que vendiéndolo habría perdido más dinero que los intereses que tuve que pagar por usar un préstamo (220 €).
Sea como sea, mi experiencia solicitando un préstamo personal con Revolut fue positiva. Fueron rápidos, transparentes y flexibles en la concesión, sobretodo en un momento crucial de mi vida. Por este motivo, y bajo mi experiencia, Revolut ha demostrado ser más que una plataforma de pagos internacionales, convirtiéndose en una excelente opción para momentos importantes. Solo espero no volver a necesitar un préstamo suyo nunca más.
P.D. en el momento de escribir estas líneas los precios de la vivienda de mi zona ya han subido por encima del valor que tenían cuando adquirí el piso junto a mi ex, de modo que esta fue la mejor jugada posible. Le compré a ella su parte del piso más barata de lo que le costó y ahora el piso ya vale más que lo que pagamos inicialmente.
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