Qué es un robo-advisor
El término robo-advisor está formado por las palabras anglosajonas robo y advisor, que juntas (y con guión entre ellas) significan "robot asesor". Esta palabra o expresión se usa para definir a empresas que se dedican a la administración de activos bursátiles mediante algoritmos que gestionan las inversiones de forma automatizada, es decir, sin que una persona deba estar realizando rebalanceos, compras, ventas, etc.
En 2010, un empresario estadounidense llamado Jon Stein lanzó Betterment, uno de los primeros robo-advisors. A finales de 2015, los algoritmos de casi 100 empresas de todo el mundo administraban ya carteras por valor de 60 mil millones. En junio de 2016, el robo-advisor Wealthfront anunció una asociación con el Tesorero del Estado de Nevada, en EEUU, para ofrecer planes de ahorro automatizados de cara a ahorrar para la universidad.
En 2015, 8 Securities, con sede en Hong Kong, lanzó uno de los primeros robo-advisors de Asia, en Japón y en 2016 lo hizo Money Design, Co. En 2017, StashAway recibió una licencia de servicios de mercados de capitales de la Autoridad Monetaria de Singapur. En 2019, otra plataforma de gestión de riqueza digital con sede en Singapur, Syfe, recibió una licencia de servicios de mercados de capitales. Y, desde entonces, se extendieron por Europa.
Un robo-advisor gestiona carteras usando automatismos, es decir, algoritmos que monitorizan constantemente la cartera de cada uno de sus clientes y la rebalancean de acuerdo a unos estandares definidos. Su objetivo es mantener una cartera de activos personalizada para cada cliente de acuerdo al perfil de este (test MFID II en el caso de Europa). Los robo-advisor disponen de varias configuraciones, cada una para un perfil inversor distinto.
Los robo-advisor suelen gestionar dos productos: carteras de fondos de inversión (normalmente indexados) y planes de pensiones. La gestión de estos productos es pasiva, es decir, siguiendo índices MSCI o Vanguard y rebalanceando de acuerdo a subidas y bajadas de los distintos fondos, aunque también existen robo-advisor con gestión mixta, eso es, mezclando fondos indexados con fondos de gestión activa.
Algunos robo-advisors de diferentes países son:
Indexa Capital (España, Bélgica)
MyInvestor (España)
Betterment (USA)
Wealthfront (USA)
Moneyfarm (Alemania, Italia, UK)
Lysa (Dinamarca, Finlandia, Suecia)
Scalable Capital (Alemania, UK)
Los robo-advisor ofrecen la forma más pasiva posible de invertir: transfieres dinero a principios de mes hacia tu cuenta bancaria dentro del banco custodio usado por la empresa que ofrece el robo-advisor y... y ya está. Se puede invertir dinero tan solo programando transferencias automáticas. El robo-advisor se encarga del resto: comprar participaciones en los distintos fondos nada más recibir dinero en tu cuenta, balancear fondos, etc.
La otra gran ventaja de los robo-advisor son sus costes. Mientras que un fondo activo puede tener comisiones de hasta un 2% o comisiones por éxito (si un año un fondo activo supera en mucho al resultado de su índice de referencia, el gestor pide un extra), los robo-advisors suelen cobrar unas comisiones totales de menos del 1% del balance, llegando a comisiones totales (gestión+custodia+fondos) tan bajas como 0,20%.
El principal pero de los robo-advisor es que actúan sobre perfiles predefinidos por las empresas que los operan, no siendo posible elegir en qué fondos invertir o en qué porcentajes. De esta forma, al registrarte en un robo-advisor, la empresa te asigna un perfil de acuerdo a tu tolerancia al riesgo el cual te expone a ciertos mercados con unos pesos en cartera previamente definidos, que pueden no ser del agrado del inversor.
Indexa Capital, sin ir más lejos, es un claro ejemplo de la inmutabilidad de los perfiles predefinidos de inversión. Todos los perfiles de esta empresa incluyen un porcentaje de renta fija que varía de uno a otro perfil y, aunque los clientes se quejan de que no ofrecen una cartera 100% renta variable, Indexa no crea dicho perfil y sus inversores quedan a merced de los activos ya elegidos para sus perfiles predefinidos.
Los robo-advisor permiten invertir a cualquier persona sin conocimientos sobre finanzas. Una vez el inversor envía dinero a su cuenta, la automatización se encarga de todo y, gracias a la no intervención humana, acaba propiciando rentabilidades más altas de las que se obtendrían comprando y vendiendo acciones individuales o invirtiendo en fondos equivalentes de forma personal, es decir, comprando esos fondos uno a uno en un broker.
Para terminar, contar que los robo-advisor españoles tienen la ventaja del diferimiento fiscal; al traspasar dinero entre fondos, el dinero reembolsado del fondo origen nunca pasa por el partícipe, por lo que no hay obligación de tributar y se suscribe directamente al fondo destino, aunque esto solo es aplicable a personas físicas residentes en España. Así, un español no residente no podrá aplicarse este régimen, ni tampoco podrá hacerlo una sociedad.
Historia
En 2010, un empresario estadounidense llamado Jon Stein lanzó Betterment, uno de los primeros robo-advisors. A finales de 2015, los algoritmos de casi 100 empresas de todo el mundo administraban ya carteras por valor de 60 mil millones. En junio de 2016, el robo-advisor Wealthfront anunció una asociación con el Tesorero del Estado de Nevada, en EEUU, para ofrecer planes de ahorro automatizados de cara a ahorrar para la universidad.
En 2015, 8 Securities, con sede en Hong Kong, lanzó uno de los primeros robo-advisors de Asia, en Japón y en 2016 lo hizo Money Design, Co. En 2017, StashAway recibió una licencia de servicios de mercados de capitales de la Autoridad Monetaria de Singapur. En 2019, otra plataforma de gestión de riqueza digital con sede en Singapur, Syfe, recibió una licencia de servicios de mercados de capitales. Y, desde entonces, se extendieron por Europa.
¿Cómo funciona un robo-advisor?
Un robo-advisor gestiona carteras usando automatismos, es decir, algoritmos que monitorizan constantemente la cartera de cada uno de sus clientes y la rebalancean de acuerdo a unos estandares definidos. Su objetivo es mantener una cartera de activos personalizada para cada cliente de acuerdo al perfil de este (test MFID II en el caso de Europa). Los robo-advisor disponen de varias configuraciones, cada una para un perfil inversor distinto.
Los robo-advisor suelen gestionar dos productos: carteras de fondos de inversión (normalmente indexados) y planes de pensiones. La gestión de estos productos es pasiva, es decir, siguiendo índices MSCI o Vanguard y rebalanceando de acuerdo a subidas y bajadas de los distintos fondos, aunque también existen robo-advisor con gestión mixta, eso es, mezclando fondos indexados con fondos de gestión activa.
Ejemplos de roboadvisors
Algunos robo-advisors de diferentes países son:
Indexa Capital (España, Bélgica)
MyInvestor (España)
Betterment (USA)
Wealthfront (USA)
Moneyfarm (Alemania, Italia, UK)
Lysa (Dinamarca, Finlandia, Suecia)
Scalable Capital (Alemania, UK)
Ventajas de un robo-advisor
Los robo-advisor ofrecen la forma más pasiva posible de invertir: transfieres dinero a principios de mes hacia tu cuenta bancaria dentro del banco custodio usado por la empresa que ofrece el robo-advisor y... y ya está. Se puede invertir dinero tan solo programando transferencias automáticas. El robo-advisor se encarga del resto: comprar participaciones en los distintos fondos nada más recibir dinero en tu cuenta, balancear fondos, etc.
La otra gran ventaja de los robo-advisor son sus costes. Mientras que un fondo activo puede tener comisiones de hasta un 2% o comisiones por éxito (si un año un fondo activo supera en mucho al resultado de su índice de referencia, el gestor pide un extra), los robo-advisors suelen cobrar unas comisiones totales de menos del 1% del balance, llegando a comisiones totales (gestión+custodia+fondos) tan bajas como 0,20%.
Desventajas de un robo-advisor
El principal pero de los robo-advisor es que actúan sobre perfiles predefinidos por las empresas que los operan, no siendo posible elegir en qué fondos invertir o en qué porcentajes. De esta forma, al registrarte en un robo-advisor, la empresa te asigna un perfil de acuerdo a tu tolerancia al riesgo el cual te expone a ciertos mercados con unos pesos en cartera previamente definidos, que pueden no ser del agrado del inversor.
Indexa Capital, sin ir más lejos, es un claro ejemplo de la inmutabilidad de los perfiles predefinidos de inversión. Todos los perfiles de esta empresa incluyen un porcentaje de renta fija que varía de uno a otro perfil y, aunque los clientes se quejan de que no ofrecen una cartera 100% renta variable, Indexa no crea dicho perfil y sus inversores quedan a merced de los activos ya elegidos para sus perfiles predefinidos.
Conclusión
Los robo-advisor permiten invertir a cualquier persona sin conocimientos sobre finanzas. Una vez el inversor envía dinero a su cuenta, la automatización se encarga de todo y, gracias a la no intervención humana, acaba propiciando rentabilidades más altas de las que se obtendrían comprando y vendiendo acciones individuales o invirtiendo en fondos equivalentes de forma personal, es decir, comprando esos fondos uno a uno en un broker.
Para terminar, contar que los robo-advisor españoles tienen la ventaja del diferimiento fiscal; al traspasar dinero entre fondos, el dinero reembolsado del fondo origen nunca pasa por el partícipe, por lo que no hay obligación de tributar y se suscribe directamente al fondo destino, aunque esto solo es aplicable a personas físicas residentes en España. Así, un español no residente no podrá aplicarse este régimen, ni tampoco podrá hacerlo una sociedad.
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