Apalancarse o no apalancarse
Cada Black Friday, el banco ING Direct suele ofrecer una rebaja en los tipos de interés de su préstamo personal preconcedido. En noviembre de 2021, ING ha ofrecido un préstamo preconcedido al 2,99% TIN (3,03% TAE) - solo a sus clientes más solventes - para una cantidad a prestar de entre 1.000 € y 60.000 €.
¿Apalancarse o no apalancarse? esa es la cuestión ante un tipo de interés tan bajo. A continuación, reflexionaré sobre los pros y los contras de apalancarse para invertir usando un préstamo personal, algo que a todos los inversores nos ha pasado (o nos pasará) por la cabeza en algún momento de nuestra trayectoria inversora.
Me ha llamado la atención que un banco ofrezca un préstamo con un tipo de interés tan bajo (normalmente, los préstamos personales rondan un TAE del 5-15%), así que me he puesto a calcular el coste máximo de la deuda:
Pidiendo 60.000 €, el coste total del crédito (los intereses) es de 6.572,28 €, es decir, el importe total adeudado (capital más intereses) es 66.572,28 € a devolver en 7 años (84 mensualidades de 792,53 €).
Para cantidades menores, es proporcional:
Pidiendo 30.000 €, el coste total del crédito (los intereses) es de 3.286,2 €, es decir, el importe total adeudado (capital más intereses) es 33.286,2 € a devolver en 7 años (84 mensualidades de 396,26 €).
Al igual que las hipotecas, el préstamo de ING usa el sistema de amortización francés, en el que el prestatario se compromete a pagar unas cuotas mensuales constantes - que incluyen capital e intereses - donde los intereses van decreciendo con el tiempo en favor del capital, es decir, al principio se pagan muchos intereses y poco capital y los meses finales del préstamo se paga mucho capital y muy pocos intereses, como en una hipoteca.
Y, al igual que en una hipoteca, una de las ventajas de la oferta de ING es que este banco permite realizar amortizaciones anticipadas (es decir, devolver dinero antes de tiempo) sin penalizaciones (sin cobrar una "multa" por reducir la deuda antes de tiempo, pues al avanzar dinero, el banco deja de cobrar cierta cantidad en intereses y algunas entidades sí cobran una "multa" para compensar ese dinero que dejan de ganar).
Las condiciones del préstamo lo hacen atractivo para usarlo como apalancamiento para un fondo de inversión, por ejemplo. Para quienes no hayan oído antes esta expresión, el apalancamiento (financiero) consiste en usar un préstamo en pos de aumentar la cantidad de dinero disponible para realizar una inversión determinada que nos produzca más beneficios que si solo invirtiéramos nuestro capital propio. A cambio, el préstamo lleva asociado el pago de intereses sobre la deuda contraída. En otras palabras, el banco nos presta X a cambio de devolverle X+Y.
Si el interés generado por la inversión es superior al interés que pagaremos por la deuda, es una buena jugada. Por el contrario, si perdiéramos el trabajo cuyo salario nos permite hacer frente a los pagos de las cuotas mensuales y el fondo de inversión (o el producto donde hubiéramos invertido) tuviera un crecimiento negativo en ese momento - es decir, que si vendiéramos el fondo recuperásemos menos dinero del invertido inicialmente - nos encontraríamos en situación de bancarrota. Así pues, estamos también ante una forma fácil de llegar a la ruina.
Cada persona debe conocer cuál es su tolerancia al riesgo, su capacidad de hacer frente a pagos extraordinarios, cuan seguro es su empleo... Por mi parte, he hecho algunos cálculos y he visto que invirtiendo 60.000 € en un fondo de inversión durante 7 años a un 7% de interés anualizado se podría llegar a:
• Aportación inicial: 60.000 €
• Intereses generados en 7 años al 7% anual: 37.000 €
• Balance final dentro del fondo: 60.000 € + 37.000 € = 97.000 €
• Beneficio bruto: 97.000 € - 60.000 € - 6.572,28 € = 30.427,72 €
Es decir, se podría terminar con 97.000 € en el fondo, de los cuales habría que restar el préstamo inicial de 60.000 € y su coste, 6.572,28 €, dejando un beneficio real de aproximadamente 30.000 € brutos (antes de impuestos).
Si entraras a un fondo de inversión con 60.000 € y obtuvieras un 7% de rentabilidad anual media durante 7 años, terminarías con un capital de 97.000 € en el fondo, de los cuales unos 30.000 € serán ganancias. Todo ello sin olvidar que durante esos 7 años tendrías que pagar a ING una cuota de 792 € al mes.
¿Y si, en vez de invertir 60.000 € de un préstamo, invirtieras los 792 € al mes equivalentes a la cuota?
Si en vez de pedir un préstamo en el que tuvieras que pagar 792 € al mes al banco inviertieras directamente esos 792 € cada mes en un fondo de inversión durante 7 años, con una rentabilidad anual media del 7%:
• Aportación inicial: 0 €
• Aportación mensual: 792 € (66.000 € en total)
• Intereses generados en 7 años al 7% anual: 19.000 €
• Balance final dentro del fondo: 66.000 € + 19.000 € = 85.000 €
• Beneficio bruto: 85.000 € - 66.000 € = 19.000 €
De esta forma, tras invertir 792 € al mes - el equivalente a las cuotas mensuales del préstamo - durante 7 años, acabarías con un capital de 85.000 € en el fondo, eso es, 12.000 € menos que usando apalancamiento.
Además, en caso de no usar apalancamiento, solo 19.000 € de los 85.000 € totales corresponderían a ganancias en lugar de los 30.000 € de ganancias que obtendrías al usar el préstamo, por lo que en el caso de no usar préstamo estarías aportando más dinero de tu bolsillo para obtener una suma final inferior.
Si el mercado está en alza, usar apalancamiento proporciona un mayor retorno de la inversión. Por el contrario, si a la mitad de la vida del préstamo los mercados bajasen... podrías perder dinero en el corto plazo (pérdidas no realizadas, es decir, no perderías mientras no vendieras). A todo esto hay que sumar que un préstamo te ata a pagos periódicos que deben satisfacerse independientemente de si los mercados suben o bajan.
De este modo, ver las posibles ganancias tienta mucho pero la incertidumbre es demasiado fuerte (¿tendré más gastos mensuales en un futuro mientras aun esté pagando el préstamo?, ¿podré mantener mi empleo actual?, ¿mantendrá la bolsa una subida de un 7% anualizado?), por lo que no recomiendo pedir un préstamo para invertir a menos que se tenga dinero suficiente como para cancelarlo en cualquier momento sin depender de un salario.
¿Apalancarse o no apalancarse? esa es la cuestión ante un tipo de interés tan bajo. A continuación, reflexionaré sobre los pros y los contras de apalancarse para invertir usando un préstamo personal, algo que a todos los inversores nos ha pasado (o nos pasará) por la cabeza en algún momento de nuestra trayectoria inversora.
Coste
Me ha llamado la atención que un banco ofrezca un préstamo con un tipo de interés tan bajo (normalmente, los préstamos personales rondan un TAE del 5-15%), así que me he puesto a calcular el coste máximo de la deuda:
Pidiendo 60.000 €, el coste total del crédito (los intereses) es de 6.572,28 €, es decir, el importe total adeudado (capital más intereses) es 66.572,28 € a devolver en 7 años (84 mensualidades de 792,53 €).
Para cantidades menores, es proporcional:
Pidiendo 30.000 €, el coste total del crédito (los intereses) es de 3.286,2 €, es decir, el importe total adeudado (capital más intereses) es 33.286,2 € a devolver en 7 años (84 mensualidades de 396,26 €).
Sistema de amortización francés
Al igual que las hipotecas, el préstamo de ING usa el sistema de amortización francés, en el que el prestatario se compromete a pagar unas cuotas mensuales constantes - que incluyen capital e intereses - donde los intereses van decreciendo con el tiempo en favor del capital, es decir, al principio se pagan muchos intereses y poco capital y los meses finales del préstamo se paga mucho capital y muy pocos intereses, como en una hipoteca.
Y, al igual que en una hipoteca, una de las ventajas de la oferta de ING es que este banco permite realizar amortizaciones anticipadas (es decir, devolver dinero antes de tiempo) sin penalizaciones (sin cobrar una "multa" por reducir la deuda antes de tiempo, pues al avanzar dinero, el banco deja de cobrar cierta cantidad en intereses y algunas entidades sí cobran una "multa" para compensar ese dinero que dejan de ganar).
Apalancamiento
Las condiciones del préstamo lo hacen atractivo para usarlo como apalancamiento para un fondo de inversión, por ejemplo. Para quienes no hayan oído antes esta expresión, el apalancamiento (financiero) consiste en usar un préstamo en pos de aumentar la cantidad de dinero disponible para realizar una inversión determinada que nos produzca más beneficios que si solo invirtiéramos nuestro capital propio. A cambio, el préstamo lleva asociado el pago de intereses sobre la deuda contraída. En otras palabras, el banco nos presta X a cambio de devolverle X+Y.
Si el interés generado por la inversión es superior al interés que pagaremos por la deuda, es una buena jugada. Por el contrario, si perdiéramos el trabajo cuyo salario nos permite hacer frente a los pagos de las cuotas mensuales y el fondo de inversión (o el producto donde hubiéramos invertido) tuviera un crecimiento negativo en ese momento - es decir, que si vendiéramos el fondo recuperásemos menos dinero del invertido inicialmente - nos encontraríamos en situación de bancarrota. Así pues, estamos también ante una forma fácil de llegar a la ruina.
Ganancias
Cada persona debe conocer cuál es su tolerancia al riesgo, su capacidad de hacer frente a pagos extraordinarios, cuan seguro es su empleo... Por mi parte, he hecho algunos cálculos y he visto que invirtiendo 60.000 € en un fondo de inversión durante 7 años a un 7% de interés anualizado se podría llegar a:
• Aportación inicial: 60.000 €
• Intereses generados en 7 años al 7% anual: 37.000 €
• Balance final dentro del fondo: 60.000 € + 37.000 € = 97.000 €
• Beneficio bruto: 97.000 € - 60.000 € - 6.572,28 € = 30.427,72 €
Es decir, se podría terminar con 97.000 € en el fondo, de los cuales habría que restar el préstamo inicial de 60.000 € y su coste, 6.572,28 €, dejando un beneficio real de aproximadamente 30.000 € brutos (antes de impuestos).
Apalancamiento VS Fondos propios
Si entraras a un fondo de inversión con 60.000 € y obtuvieras un 7% de rentabilidad anual media durante 7 años, terminarías con un capital de 97.000 € en el fondo, de los cuales unos 30.000 € serán ganancias. Todo ello sin olvidar que durante esos 7 años tendrías que pagar a ING una cuota de 792 € al mes.
¿Y si, en vez de invertir 60.000 € de un préstamo, invirtieras los 792 € al mes equivalentes a la cuota?
Si en vez de pedir un préstamo en el que tuvieras que pagar 792 € al mes al banco inviertieras directamente esos 792 € cada mes en un fondo de inversión durante 7 años, con una rentabilidad anual media del 7%:
• Aportación inicial: 0 €
• Aportación mensual: 792 € (66.000 € en total)
• Intereses generados en 7 años al 7% anual: 19.000 €
• Balance final dentro del fondo: 66.000 € + 19.000 € = 85.000 €
• Beneficio bruto: 85.000 € - 66.000 € = 19.000 €
De esta forma, tras invertir 792 € al mes - el equivalente a las cuotas mensuales del préstamo - durante 7 años, acabarías con un capital de 85.000 € en el fondo, eso es, 12.000 € menos que usando apalancamiento.
Además, en caso de no usar apalancamiento, solo 19.000 € de los 85.000 € totales corresponderían a ganancias en lugar de los 30.000 € de ganancias que obtendrías al usar el préstamo, por lo que en el caso de no usar préstamo estarías aportando más dinero de tu bolsillo para obtener una suma final inferior.
Conclusión
Si el mercado está en alza, usar apalancamiento proporciona un mayor retorno de la inversión. Por el contrario, si a la mitad de la vida del préstamo los mercados bajasen... podrías perder dinero en el corto plazo (pérdidas no realizadas, es decir, no perderías mientras no vendieras). A todo esto hay que sumar que un préstamo te ata a pagos periódicos que deben satisfacerse independientemente de si los mercados suben o bajan.
De este modo, ver las posibles ganancias tienta mucho pero la incertidumbre es demasiado fuerte (¿tendré más gastos mensuales en un futuro mientras aun esté pagando el préstamo?, ¿podré mantener mi empleo actual?, ¿mantendrá la bolsa una subida de un 7% anualizado?), por lo que no recomiendo pedir un préstamo para invertir a menos que se tenga dinero suficiente como para cancelarlo en cualquier momento sin depender de un salario.
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