Tarjeta transporte
En el ámbito laboral existe un concepto llamado retribución flexible que consiste en ofrecer a los empleados de una empresa cobrar una parte de su retribución en metálico (mediante un salario) y otra parte a través de productos o servicios, como la tarjeta transporte, la tarjeta restaurante o los cheques guardería.
Si trabajas presencialmente en las instalaciones de una compañía, puedes pedirle a la empresa que ponga a disposición de los empleados una tarjeta transporte con la que adquirir títulos de transporte público. Mediante esta tarjeta, los empleados pueden comprar títulos de transporte usando parte de su retención (salario bruto), lo cual les beneficia directamente, ya que con ello recuperan parte del dinero que perderían en forma de impuestos.
La tarjeta transporte es, básicamente, una tarjeta VISA o Mastercard (según la compañía que la expida) que sólo funciona en máquinas que vendan billetes de transporte público. Es decir, el saldo de esta tarjeta solo puede ser gastado en lugares cuyo código de comercio o MCC corresponda a venta de billetes de transporte público, como autoventas de Metro, Renfe, etc., y será denegada en cualquier otro sitio, por ejemplo en un supermercado.
La tarjeta transporte solo puede ser encargada por una empresa para sus empleados ya que forma parte de lo que se conoce como retribución flexible. Es decir, un estudiante, una persona en paro o un jubilado no pueden obtener una tarjeta transporte al no recibir un salario de una empresa. De esta forma, solo una sociedad puede contratar la tarjeta transporte a empresas proveedoras de este servicio como Sodexo o Edenred.
Una vez contratado el servicio, el proveedor elegido generará las tarjetas y las entregará a un centro de trabajo de la empresa contratante, donde cada empleado recibirá la suya y deberá activarla siguiendo las instrucciones que la acompañan. Luego, la empresa emitirá las recargas de saldo previstas y, una vez emitidas, los empleados ya podrán usar la tarjeta para comprar títulos de transporte en los puntos de venta autorizados.
Un empleado no puede recargar su tarjeta por sí mismo. Para enviar saldo a su tarjeta transporte, cada empleado deberá comunicar a su empresa la cantidad que quiere enviar a su tarjeta para el próximo mes, siendo la empresa quien realice la recarga. De esta forma, cada trabajador podrá modificar mes a mes la cuantía que quiera añadir a la tarjeta notificándolo con antelación a su empleador, quien enviará esa cantidad al saldo de su tarjeta.
El Estado permite a cada trabajador cargar un máximo de 1.500 € anuales o 136,36 € mensuales (resultado de dividir el límite anual entre 11 meses) en su tarjeta transporte y cada empleado puede tener solamente una tarjeta transporte a su nombre. Mientras la tarjeta tenga saldo, el trabajador podrá o bien gastar todo el saldo de golpe o bien mantenerlo entero o en parte para usarlo el mes siguiente.
Cada trabajador puede desgravarse el equivalente a su tipo marginal al cargar la tarjeta transporte, es decir, puede usar parte de su retención fiscal para cargar su tarjeta. Por ejemplo, un trabajador soltero sin hijos con un sueldo bruto anual de 20.000 € que quiera cargar el máximo permitido a su tarjeta transporte enviará 1.500 €, de los cuales 360 € saldrán de su retención. De otra forma, estos 360 € se irían al Estado en forma de impuestos.
Hemos visto que un trabajador que cobre 20.000 € anuales brutos (tipo marginal del 24%) se puede desgravar hasta 360 € al usar la tarjeta transporte, pero para otros tipos marginales la tarjeta transporte tiene un impacto distinto. Veamos las distintas desgravaciones posibles para esos 1.500 € según el tipo marginal de cada salario:
La empresa, por su parte, puede deducirse el 100% del saldo adquirido en concepto de transporte para sus empleados (1.500 € como máximo por cada empleado) mediante este concepto. Así, ganan ambos: mismo coste para la empresa (deducible al 100%) y algo más de sueldo neto para el empleado, que puede aprovechar una parte de su retención que de otra forma perdería en forma de impuestos.
En Barcelona, el billete de transporte mensual de 1 zona (T-Usual) cuesta 40 €. Si se compra este billete usando una tarjeta transporte, el coste en el salario neto es el siguiente según el salario anual bruto del comprador:
Sin abandonar Barcelona, el billete de 10 viajes de 1 zona (T-Casual) cuesta 11,35 €. Si se compra este billete usando una tarjeta transporte, el coste en el salario neto es el siguiente de acuerdo al salario bruto del comprador:
Para billetes de zona 2 o superior, se pueden calcular los importes de la misma forma. Primero debe calcularse el porcentaje equivalente al tipo marginal, el cual representará la desgravación o dinero que el usuario puede recuperar de la retención de su bruto. Al restarse esa cantidad del coste total del billete, se obtendrá el importe neto que debe poner el trabajador de su bolsillo, es decir, la parte que sale de su salario neto en el pago.
Poco a poco, la retribución flexible se va implantando más en las empresas del sector privado, las cuales están abonando parte del salario de sus trabajadores con cheques comida y tarjeta transporte. Estos pagos en especie tienen incidencia en el IRPF de los perceptores, permitiendo ahorrar el equivalente al tipo marginal en la cuantía que decidan enviar a cada medio, por lo que es una buena forma de aumentar su retribución.
Si trabajas presencialmente en las instalaciones de una compañía, puedes pedirle a la empresa que ponga a disposición de los empleados una tarjeta transporte con la que adquirir títulos de transporte público. Mediante esta tarjeta, los empleados pueden comprar títulos de transporte usando parte de su retención (salario bruto), lo cual les beneficia directamente, ya que con ello recuperan parte del dinero que perderían en forma de impuestos.
Qué es la tarjeta transporte
La tarjeta transporte es, básicamente, una tarjeta VISA o Mastercard (según la compañía que la expida) que sólo funciona en máquinas que vendan billetes de transporte público. Es decir, el saldo de esta tarjeta solo puede ser gastado en lugares cuyo código de comercio o MCC corresponda a venta de billetes de transporte público, como autoventas de Metro, Renfe, etc., y será denegada en cualquier otro sitio, por ejemplo en un supermercado.
Cómo conseguir una tarjeta transporte
La tarjeta transporte solo puede ser encargada por una empresa para sus empleados ya que forma parte de lo que se conoce como retribución flexible. Es decir, un estudiante, una persona en paro o un jubilado no pueden obtener una tarjeta transporte al no recibir un salario de una empresa. De esta forma, solo una sociedad puede contratar la tarjeta transporte a empresas proveedoras de este servicio como Sodexo o Edenred.
Una vez contratado el servicio, el proveedor elegido generará las tarjetas y las entregará a un centro de trabajo de la empresa contratante, donde cada empleado recibirá la suya y deberá activarla siguiendo las instrucciones que la acompañan. Luego, la empresa emitirá las recargas de saldo previstas y, una vez emitidas, los empleados ya podrán usar la tarjeta para comprar títulos de transporte en los puntos de venta autorizados.
Cómo cargar saldo en la tarjeta transporte
Un empleado no puede recargar su tarjeta por sí mismo. Para enviar saldo a su tarjeta transporte, cada empleado deberá comunicar a su empresa la cantidad que quiere enviar a su tarjeta para el próximo mes, siendo la empresa quien realice la recarga. De esta forma, cada trabajador podrá modificar mes a mes la cuantía que quiera añadir a la tarjeta notificándolo con antelación a su empleador, quien enviará esa cantidad al saldo de su tarjeta.
Límites de la tarjeta transporte
El Estado permite a cada trabajador cargar un máximo de 1.500 € anuales o 136,36 € mensuales (resultado de dividir el límite anual entre 11 meses) en su tarjeta transporte y cada empleado puede tener solamente una tarjeta transporte a su nombre. Mientras la tarjeta tenga saldo, el trabajador podrá o bien gastar todo el saldo de golpe o bien mantenerlo entero o en parte para usarlo el mes siguiente.
Beneficios fiscales de la tarjeta transporte
Cada trabajador puede desgravarse el equivalente a su tipo marginal al cargar la tarjeta transporte, es decir, puede usar parte de su retención fiscal para cargar su tarjeta. Por ejemplo, un trabajador soltero sin hijos con un sueldo bruto anual de 20.000 € que quiera cargar el máximo permitido a su tarjeta transporte enviará 1.500 €, de los cuales 360 € saldrán de su retención. De otra forma, estos 360 € se irían al Estado en forma de impuestos.
Hemos visto que un trabajador que cobre 20.000 € anuales brutos (tipo marginal del 24%) se puede desgravar hasta 360 € al usar la tarjeta transporte, pero para otros tipos marginales la tarjeta transporte tiene un impacto distinto. Veamos las distintas desgravaciones posibles para esos 1.500 € según el tipo marginal de cada salario:
Salario | Tipo marginal | Desgravación | Aportación neta | Aportación total |
---|---|---|---|---|
Desde 0 € hasta 12.449 € | 19% | 285 € | 1.215 € | 1.500 € |
Desde 12.450 € hasta 20.199 € | 24% | 360 € | 1.140 € | 1.500 € |
Desde 20.200 € hasta 35.199 € | 30% | 450 € | 1.050 € | 1.500 € |
Desde 35.200 € hasta 59.999 € | 37% | 555 € | 945 € | 1.500 € |
Desde 60.000 € a 299.999 € | 45% | 675 € | 825 € | 1.500 € |
Más de 300.000 € | 47% | 705 € | 795 € | 1.500 € |
La empresa, por su parte, puede deducirse el 100% del saldo adquirido en concepto de transporte para sus empleados (1.500 € como máximo por cada empleado) mediante este concepto. Así, ganan ambos: mismo coste para la empresa (deducible al 100%) y algo más de sueldo neto para el empleado, que puede aprovechar una parte de su retención que de otra forma perdería en forma de impuestos.
Ejemplos de uso de la tarjeta transporte
En Barcelona, el billete de transporte mensual de 1 zona (T-Usual) cuesta 40 €. Si se compra este billete usando una tarjeta transporte, el coste en el salario neto es el siguiente según el salario anual bruto del comprador:
Salario | Tipo marginal | Desgravación | Coste neto | Precio del billete |
---|---|---|---|---|
Desde 0 € hasta 12.449 € | 19% | 7,6 € | 32,4 € | 40 € |
Desde 12.450 € hasta 20.199 € | 24% | 9,6 € | 30,4 € | 40 € |
Desde 20.200 € hasta 35.199 € | 30% | 12 € | 28 € | 40 € |
Desde 35.200 € hasta 59.999 € | 37% | 14,8 € | 25,2 € | 40 € |
Desde 60.000 € a 299.999 € | 45% | 18 € | 22 € | 40 € |
Más de 300.000 € | 47% | 18,8 € | 21,2 € | 40 € |
Sin abandonar Barcelona, el billete de 10 viajes de 1 zona (T-Casual) cuesta 11,35 €. Si se compra este billete usando una tarjeta transporte, el coste en el salario neto es el siguiente de acuerdo al salario bruto del comprador:
Salario | Tipo marginal | Desgravación | Coste neto | Precio del billete |
---|---|---|---|---|
Desde 0 € hasta 12.449 € | 19% | 2,15 € | 9,2 € | 11,35 € |
Desde 12.450 € hasta 20.199 € | 24% | 2,72 € | 8,63 € | 11,35 € |
Desde 20.200 € hasta 35.199 € | 30% | 3,4 € | 7,95 € | 11,35 € |
Desde 35.200 € hasta 59.999 € | 37% | 4,2 € | 7,15 € | 11,35 € |
Desde 60.000 € a 299.999 € | 45% | 5,1 € | 6,25 € | 11,35 € |
Más de 300.000 € | 47% | 5,33 € | 6,02 € | 11,35 € |
Para billetes de zona 2 o superior, se pueden calcular los importes de la misma forma. Primero debe calcularse el porcentaje equivalente al tipo marginal, el cual representará la desgravación o dinero que el usuario puede recuperar de la retención de su bruto. Al restarse esa cantidad del coste total del billete, se obtendrá el importe neto que debe poner el trabajador de su bolsillo, es decir, la parte que sale de su salario neto en el pago.
Conclusiones
Poco a poco, la retribución flexible se va implantando más en las empresas del sector privado, las cuales están abonando parte del salario de sus trabajadores con cheques comida y tarjeta transporte. Estos pagos en especie tienen incidencia en el IRPF de los perceptores, permitiendo ahorrar el equivalente al tipo marginal en la cuantía que decidan enviar a cada medio, por lo que es una buena forma de aumentar su retribución.
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