Qué es el IPC

El IPC (Índice de Precios al Consumo) es un indicador económico que mide la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios de consumo a lo largo del tiempo. Es uno de los principales termómetros para evaluar la inflación en un país, por lo que es esencial para gobiernos, empresas y consumidores.

Cada uno de los productos que forman la canasta tiene un peso específico en el índice. En otras palabras, la importancia del pan o del jabón no es comparable a la de un PC o un teléfono móvil, aunque todos ellos se incluyen en el cálculo del IPC. Por esta razón, se considera que el IPC es un índice ponderado.


IPC Armonizado e IPC subyacente


Además del IPC general, también se calculan el IPC Armonizado y el IPC subyacente. El IPC Armonizado toma como referencia las normas del Banco Central Europeo (BCE) y es igual para todos los países de la Unión Europea. Esta cifra se utiliza para comparar la evolución de precios en cada estado miembro.

El IPC subyacente, por otro lado, mide la evolución de los precios sin contar con productos energéticos y alimentos no elaborados, que son dos de las partidas cuyo precio más varía durante el año. Eliminando petróleo, frutas y verduras, entre otros, se tiene una visión más estable de la evolución de los precios en un país.


¿Cómo se calcula el IPC?


El Instituto Nacional de Estadística, INE, es el encargado de calcular el IPC. Para hacerlo utiliza una cesta de bienes y servicios que va cambiando a lo largo del tiempo.

La cesta de la compra del IPC incluye alrededor de 500 artículos divididos en más de 10 grupos. El precio de estos bienes se recoge de más de 20.000 tiendas en 180 municipios (50 capitales de provincia y más de 100 pueblos). Para evitar variaciones, el INE no tiene en cuenta saldos, rebajas y ofertas a la hora de calcular la cesta.

El INE calcula el IPC siguiendo estos pasos:

1. Selección de la canasta de bienes y servicios: se eligen productos que representan el consumo típico de los hogares, como alimentos, transporte, vivienda, salud, educación, entre otros.

2. Recopilación de precios: los precios de estos productos se recopilan periódicamente en diferentes puntos de venta, como supermercados, tiendas minoristas y servicios en distintas regiones.

3. Ponderación de los productos: no todos los productos tienen el mismo peso en la canasta. Por ejemplo, el gasto en alimentos suele ser más significativo que el gasto en entretenimiento, por lo que se asignan ponderaciones según la importancia relativa del gasto de cada bien o servicio.

4. Cálculo del índice: se compara el costo de la canasta en distintos momentos del tiempo. La variación porcentual del costo de la canasta de un período a otro es lo que conocemos como la tasa de inflación.

A nivel estadístico, el INE utiliza un método matemático conocido como Laspeyres encadenado que básicamente multiplica los nuevos precios de cada producto por las cantidades anteriores y lo divide por los precios viejos multiplicado por las cantidades anteriores:

IPC = (Precios nuevos x cantidades nuevas / Precios anteriores x cantidades anteriores)

El INE actualiza el IPC todos los meses. Primero publica su estimación de inflación a finales de mes y después el dato definitivo entre el día 10 y el 15 del siguiente mes. Lo más habitual es que no haya cambios entre ambos.

La cesta de bienes sobre los que se calcula el IPC se revisa de forma anual tomando como referencia los datos obtenidos de la Encuesta de Presupuestos Familiares, realizada a más de 24.000 viviendas del país cada año.


¿Para qué se utiliza el IPC?


El IPC tiene varios objetivos:

1. Medir la inflación: el IPC es el principal indicador para medir la inflación, es decir, el aumento generalizado de los precios. Una inflación alta puede erosionar el poder adquisitivo de los consumidores, mientras que una inflación baja o negativa (deflación) puede indicar problemas económicos.

2. Ajustes salariales y pensiones: muchos contratos laborales, pensiones y beneficios sociales se ajustan en función de la variación del IPC para mantener el poder adquisitivo de los ingresos.

3. Decisiones de política económica: los bancos centrales utilizan el IPC para tomar decisiones de política monetaria, como ajustar las tasas de interés, con el objetivo de mantener la estabilidad de precios.

4. Negociaciones empresariales: empresas y proveedores suelen utilizar el IPC como referencia en sus contratos para ajustar precios y costos.


¿Por qué es importante entender el IPC?


Conocer el IPC permite a los consumidores y empresas planificar mejor sus finanzas. Para los consumidores, saber cómo cambian los precios ayuda a ajustar presupuestos y gastos. Para las empresas, entender las tendencias inflacionarias es clave para la toma de decisiones en precios, salarios y presupuestos.

Además, es fundamental para los inversionistas, ya que la inflación puede influir en los rendimientos de activos financieros como bonos y acciones. Una inflación inesperada puede erosionar los rendimientos reales, especialmente en inversiones de renta fija.


El IPC y las inversiones


Antes de retirar dinero de una inversión, conviene que realices un cálculo para determinar cuál ha sido su rentabilidad real, teniendo en cuenta el IPC:

Rentabilidad Real = (( 1 + Rentabilidad nominal) / (1 + IPC)) -1

Por ejemplo, para una inversión con una rentabilidad nominal anual del 10 % y una inflación del 2 %, su rentabilidad real será del 7,84 % a un año. Para una inversión de 10.000 €, el capital en términos nominales será de 11.000 €, pero tan solo de 10.784 € en términos reales.


Conclusión


El IPC es un indicador esencial para medir el bienestar económico de una sociedad. Entender su funcionamiento y su impacto en la economía permite tomar decisiones financieras más informadas, tanto en el ámbito personal (gasto e inversiones) como en el profesional (negociaciones salariales).

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